«Nuestra democracia está enferma, el virus ha traspasado las sábanas. Las reivindicaciones logradas en los años 90; las luchas de José Francisco Peña Gómez, Milagros Ortiz Bosch, Hugo Tolentino Dipp y otros tantos, han desaparecido”, dijo con pesar José Ignacio Paliza, quien aspira a la presidencia del Partido Revolucionario Moderno (PRM), para convertir esta organización de reciente creación en referente dentro del sistema político partidario.

“Luego de recorrer el país, visitar a nuestros hermanos en New York, en más de 60 asambleas celebradas, he comprobado la decisión firme en nuestra gente de construir un cambio” expresa con firmeza.

La idea de abrazar los intereses colectivos por encima de los individuales es lo que le ha movido a involucrarse en este proceso. El aliento recibido y la convicción de los dirigentes, significa mucho para él.

Estas demostraciones de apoyo le dan tranquilidad y confianza en que será el ganador del proceso fijado para el 18 de este mes. “Seremos capaces de ser equipo e inaugurar con nuestra presidencia una dirección más horizontal que vertical”, expresó.

La nueva dirección tiene que iniciar sus primeros pasos uniendo a los demás aspirantes al relanzamiento del partido, todos son necesarios y tienen mucho que aportar.

Desde su óptica es necesario caminar sobre los estatutos, cada actuación debe encontrar sustento allí. “Si queremos institucionalizar nuestro país, debemos hacerlo con nuestra organización. Por tanto, nuestras primeras actuaciones estarán enmarcadas en ellos”, manifestó.

Dentro de sus planes inmediatos de ganar el proceso, Paliza tiene previsto convocar a un gran congreso para escuchar las inquietudes de la militancia. Destacó la importancia de interactuar con las bases.

En aquel espacio de días y consultas reiteradas, se apresta a escribir junto a los demás dirigentes, el nuevo relato del PRM; quiénes son, dónde están, hacia dónde desean ir. Este congreso deberá realizarse en la segunda mitad del presente año, de acuerdo a su cronograma de trabajo.

A su entender, el presidente y el secretario general del PRM deben ser gerentes, gestores de procesos. “No necesitamos replicar el pasado, sino tener una visión nueva de nuestro rol. A cada vicepresidente y subsecretario general le entregaremos una función que cumplir, un espacio territorial que fiscalizar, un departamento o secretaría que complementar”, explicó.

De igual modo, comenzarán a forjar la marca PRM, el “branding” del partido. Para este esfuerzo, promoverá el financiamiento del pago de los locales en toda la geografía nacional, con una imagen homogeneizada y un reglamento que cumplir.

Con ese mismo fin, serán carnetizados los miembros, generando una base de datos creíble y guardando el historial de cada dirigente. En ese contexto, agregó, buscan tener un partido con tecnología disponible.

“Vivimos en un país de contrastes, de grandes avances, pero con mucha pobreza”, razonó.

Leyes. Sobre las legislaciones pendientes de aprobación en el Congreso Nacional, sostuvo que son instrumentos obligados.
“Es hora de aprobar las leyes de Partido y Electoral, pero no a imagen y semejanza de grupos, sino de común acuerdo”, señaló el senador.

En su caso, lo que más le preocupa es regular las campañas en relación al gasto, tras precisar que el dinero se ha convertido en un elemento esencial para la participación en política, y en la principal limitante para el acceso de jóvenes y mujeres, con una gran labor social, pero sin dinero.