Karim Abu Naba’: Un loco con iniciativa
POR RAFAEL PERALTA ROMERO
Es pertinente que la familia proteja y hasta consienta a un pariente afectado de alguna deficiencia o trastorno. Lo que no puede ser es que toda la sociedad haya de sufrir las extravagancias conductuales de una persona sobrada de consentimiento y carente del equilibrio y autocontrol que conlleva vivir en comunidad.
El joven conocido como Karim Abu Naba’a ha dado suficientes muestras de sus extravíos, exhibiendo prácticas propias de príncipe árabe, condición que revolotea en su cabecita atormentada. Lo malo es que alguien le ha hecho creer que su principado es aquí, en República Dominicana, donde hasta los recintos militares son partes de sus juguetes.
Su más reciente excentricidad ha sido descender en un helicóptero en el terreno de juego del estadio Cibao, previo a un partido de beisbol. Creo que ni Ramfis, el tenebroso primogénito del tirano Rafael Trujillo, cometió semejante osadía. Un mayor del Ejército pilotaba la nave, posada allí ante miles de espectadores.
¿Por qué el mayor Ramiro Junior Jáquez Rubio conducía la nave de un ciudadano común que no presta servicio al Estado? Ni siquiera se le conoce actividad laboral alguna. A ese oficial le ha sido suspendida la licencia de piloto, y fue arrestado por 30 días, en una medida disciplinaria impuesta por el Ministerio de Defensa.
La sanción se le aplica por aterrizar en el estadio Cibao la aeronave en que Karim Abu Naba’a fue a ver el partido entre Águilas Cibaeñas y Tigres del Licey, el pasado domingo. ¿Pero explicará el Ministerio de Defensa por qué el mayor Jáquez conducía una nave privada usada para el esparcimiento de este príncipe encantado?
La comunicación del general Joaquín Borrelly Mera, comandante del recinto militar general de división Matías Ramón Mella y oficial ejecutivo del Ministerio de Defensa, informa del arresto al piloto y no revela ningún asombro de que anduviera en las funciones en las que acompañaba a un ciudadano que no trabaja para el Estado.
El Instituto de Aviación Civil, además de suspender al piloto, impuso impedimento de vuelo a la aeronave por descender allí sin la debida autorización. El célebre Karim ha dicho que el helicóptero en el que paseaba no puede ser sancionado porque es de matrícula norteamericana y tiene todos sus permisos y reglamentación. ¿Quién como él?
La gente común, en barrios y pueblos, sabe clasificar a los enfermos mentales y descubre a cuál temer y a cuál no. Al loco manso nadie le teme. Karim Abu Naba’a no ha dado muestra de agresividad, pero su familia debe ponerle atención. Él, como dijo de Georges W. Bush, el escritor Carlos Fuentes, es peligroso porque es un loco con iniciativa.
rafaelperaltar@gmail.com
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