¡HOMBRES PROSTITUTOS!: Ahora son cada vez más mujeres pagan por servicios sexuales de hombres

Cada vez más mujeres pagan por servicios sexuales de hombres. “La primera vez que usé los servicios de un acompañante masculino fue hace unos años, por la simple razón de que quería sexo”.

La que habla es Charlotte, una británica de 42 años.

“Como madre soltera y sin pareja, no me gustaba la idea de buscar a hombres con los que acostarme en bares“, comienza a explicarle a BBC Mundo, previendo que se le preguntara aquello por lo que la han cuestionado tantas veces: ¿por qué pagar por sexo si se puede conseguir gratis?

“Porque aunque a ti no te guste tanto el tipo y al final no tengas ganas (de acostarte con él), muchas veces hay malentendidos. Yo no quería esa presión, y alquilar los servicios de un escort es una transacción limpia, clara, en la que todas las partes saben lo que van a obtener”, prosigue.

“Además, quería un hombre que supiera lo que hace. La verdad, hay cada vez más mujeres que buscan estos servicios profesionales porque consideran que muchos de sus coetáneos son malos en la cama“, zanja.

Charlotte quedó con el acompañante en cuestión en un hotel al atardecer. “Fue muy profesional, nada sórdido. Tampoco fue romántico, pero sí placentero. Fue al grano. Estaba ahí para satisfacerme”.

Dos horas con él le costaron 120 libras (unos US$160).

“Eso sí, necesitas dinero. Pero nos llevamos tan bien que después incluso fuimos al bar y nos tomamos algo”.

“Cuando un prostituto es contratado, se convierte en un objeto”, explica.

“Si una chica te contrata, no quiere relaciones sexuales normales. Aunque siempre puedas marcar tus límites, tienes que renunciar a tu placer. Es un servicio, un trabajo. Tienes que conseguir que le guste (a la clienta) y que quiera repetir. Es un mundo frío”, aclara.

“Y es el dinero lo que mueve esto”.

Efectivamente, a Iván, un joven de 24 años que trabaja como escort en México, le llegan a pagar cifras muy altas por su compañía.

“Son clientas adineradas, a quienes contactamos en spas o clubs deportivos en zonas privadas”, le cuenta a BBC Mundo. “Algunas ponen la oferta y hay quien llega a abonar de 10,000 a 15,000 pesos por día (US$530 a US$796)“.

Acuden a él y a su hermano mayor, de 26, quien también está en el negocio, “porque en casa no las hacen sentirse bien”.

“Muchas veces sus esposos son viejos y aburridos, y les falta cariño. Y nosotros estamos en forma, somos divertidos y las escuchamos”, asegura.

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