De uno a otro madurazo
RAFAEL PERALTA ROMERO
rafaelperaltar@gmail.com
La detención de la señora Lilian Tintori, esposa del dirigente político Leopoldo López, es el más reciente madurazo. López está preso por causa de su oposición al gobierno de Nicolás Maduro y su esposa fue “acusada” de portar una cantidad de dinero que pudo despertar la codicia de alguna autoridad seudobolivariana.
El primer efecto de ese atropello consistió en que la señora Tintori de López no pudo viajar a Francia a participar en una reunión con el presidente de esa nación, Emmanuel Macron. El mandatario francés ha manifestado su solidaridad con la democracia venezolana y ha rechazado con suficiente energía las tropelías de Maduro.
El vocablo madurazo aún no aparece en los diccionarios, pero alguna vez será incorporado. Muy aproximado semánticamente es mazazo, el cual figura con los siguientes significados: “1. m. Golpe dado con una maza o un mazo. 2. m. Suceso, situación, etc., que causa fuerte impresión”. Es muy semejante a un madurazo.
Que siete jueces maduristas pretendan suplantar la Asamblea Nacional -Poder Legislativo- es sin duda el más repudiable madurazo. Procuran inutilizar 167 diputados, de ellos 112 de la oposición, con lo que las ejecutorias de la “revolución” asumen abiertamente el carácter de una dictadura, y no precisamente con apoyo popular.
Este hecho ha repercutido en gran parte del mundo y los gobernantes democráticos han reaccionado con la consiguiente condena. Los estadistas expresaron preocupación por la «ruptura del orden democrático» en Venezuela, y no han titubeado para calificar de «golpe de Estado» la osadía atribuida al Tribunal Supremo de Justicia.
Maduro y sus voceros muestran enojo por el rechazo de sus acciones y recurren a la consabida tildación de injerencistas a las opiniones que no les son favorables. Pero sus disposiciones totalitarias resultan muy visibles, sin que los actores muestren rubor alguno al realizarlas. Los delirios de grandeza del presidente venezolano lo llevan a eso.
La Organización de Estados Americanos, por vía de Luis Almagro, su secretario general, tras el golpe al parlamento, propuso la suspensión de Venezuela de la OEA si no convocaba elecciones generales en los 30 días siguientes. Catorce países americanos exigieron a Maduro un calendario electoral y la liberación de los presos políticos.
No puede uno proclamarse demócrata y mostrase indiferente ante los atropellos al pueblo venezolano. Si improcedente es la indiferencia, más ha de serlo el apoyo. No obstante, hay quienes defienden a Maduro y sus madurazos, para mí que es más razonable y digno apoyar al pueblo venezolano y su retorno a la paz. Deseada paz.
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