CENOVÍ. Con dolor, indignación y llantos fueron sepultados los restos de la menor embarazada Emily Pegueroa, a las cuatro de la tarde de este viernes en el cementerio de Cenoví.

En el sepelio Andrés Acosta, dirigente comunitario, exigió justicia e instó a las personas que se encontraban presentes a que fueran al palacio de justicia a exigir justicia.

Una multitud acompañó a la familia en la iglesia durante la misa de cuerpo presente y durante el sepelio.

Adalgisa Polanco dijo durante la misa previa “no tengo odio en mi corazón” y aseguró que Dios le ha dado fortalezas para mantenerse de pie. Al tiempo de que pidió que los culpables paguen con la pena máxima.

En tanto que Genaro Peguero, padre de Emily, agradeció al pueblo, a las personas que se hicieron eco a través de las redes sociales y los medios de comunicación que han ayudado a los avances en la investigación y al hallazgo del cadáver.

Misa

El cura Diómedes Ángeles dijo que «el caso de Emely Peguero, una menor de 16 años embarazada que fue asesinada, hecho por el que se acusa a su novio, debe inspirar al país para una mayor atención a los jóvenes».

“Emely se ha convertido en un símbolo para el país. En un símbolo de la ternura, en un símbolo que inspira al país para una mayor atención y cuidado a los adolescentes”, aseguró el cura durante la misa de cuerpo presente de Emely Peguero.

Durante la homilía, el párroco hizo un llamado a las autoridades y dijo que la muerte de la menor es “una oportunidad para que la justicia dominicana nos haga ver que las leyes son iguales para todos, para los pobres y para los ricos, para los de la ciudad y los del campo”.

Autopsia

Emely Peguero murió por una hemorragia interna del útero por aborto inducido y golpe contundente en la cabeza con hundimiento del cráneo, según el informe forense del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) de la autopsia practicada al cuerpo en descomposición de la adolescente embarazada.

El informe, difundido por la Procuraduría General de la República, detalla que en el examen interno al cadáver de Emely encontraron restos del feto que llevaba en su vientre, contusión del cuello uterino y canal vaginal, perforación del útero con indicativos de que se aplicó una gran fuerza en esa zona y órganos dispersos propios de un aborto inducido.

También, el cuerpo presenta en la cabeza un golpe contundente con rompimiento craneal y hemorragia cerebral lo que indica que dicho trauma se produjo en vida, provocado por un objeto de superficie dura y firme.