Danilo Medina, el gran estratega

Un buen amigo, hombre curtido en la práctica política, me aseguraba mientras departíamos el pasado martes, que el presidente  Danilo Medina es el político más  estudioso de la República Dominicana. Como le mostrara mi  escepticismo ante tan novedosa información, me  leyó  un trozo  de un libro basado en informes de una agencia internacional.

La inteligencia del mandatario, de acuerdo con mi interlocutor, quedaría demostrada al día siguiente –miércoles 7- cuando el magistrado Francisco Ortega Polanco, juez de la Instrucción especial para el caso Odebrecht, pronunciara la resolución  contentiva de las medidas de coerción a los catorce imputados  en los sobornos de la firma brasileña.

Mi amigo no es miembro del Partido de la Liberación Dominicana, pero se ha encariñado con el presidente Medina, y ponderaba como una  jugada diestra  las acusaciones contra funcionarios, exfuncionarios, un empresario y  legisladores, incluyendo al presidente y tres altos dirigentes  del Partido Revolucionario Moderno, principal de la oposición.

Con esa maniobra –mi amigo no usó esta palabra- Medina estaría  desmeritando al PRM, y por tanto descuadrando sus acciones, y a la vez el gran estratega oriundo de Bohechío  mermaría la influencia de quienes le  adversan  dentro de su partido, con lo que sacará  de circulación a un ministro de su gobierno, a quien le han impuesto una coerción de seis meses de prisión.

El juez Ortega dictó un año de prisión preventiva contra Ángel Rondón, el agente sobornador  de Odebrech. Irán a prisión durante nueve meses Víctor Díaz Rúa, cercano colaborador del expresidente  Leonel Fernández,  y  el abogado Conrado Pittaluga.  Temístocles Montás, del poderoso comité político del PLD, cumplirá seis meses e igual  suerte ha caído al  presidente del PRMAndrés Bautista.

El PRM  había advertido su desconfianza en el  proceso  porque  percibía que era  manipulado por el Ministerio Público y el presidente Medina con fines de ensuciar la imagen de esa fuerza política  y sus dirigentes, “con la malsana intención de destruir toda oposición a las insaciables ambiciones continuistas de Danilo Medina”.

La primera evidencia de esa manipulación es que a pesar de que en el expediente elaborado por el Ministerio Publico se afirma que para la aprobación de la  costosa planta  Punta Catalina se transfirió un total de 50.84 millones de dólares, entre los sometidos a la justicia  no se incluye a ningún funcionario o legislador vinculado a ese proyecto.

El amigo aludido, quien es ducho en el uso de la palabra,  no se refirió a la astucia del presidente Medina para salir airoso  ante la fuga de miles de millones  de dólares  en contratos sobrevaluados, consentidos por el gobernante, sin que éste haya sido llamado ni siquiera a un simple interrogatorio. Lo que sí dijo mi amigo es que Medina se cuidó de que no hubiera gente de la suya entre los acusados. Es señal de la inteligencia que le atribuye.

 

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