Atentado de David Ortiz: La increíble tercera historia de la policía que cuesta trabajo creer

 

A diez días de una larga espera del desenlace de la telenovela, en que se ha convertido el atentado del Grande Liga, David Ortiz, los investigadores coronaron el final de la historia con unos resultados increíbles y contradictorios con las declaraciones anteriores al identificar al autor intelectual del atentado como un tal Víctor Hugo Gómez Vásquez, y el nombre del “blanco” real del plan, Sixto David Fernández, amigo de Ortiz.

Después de dos semanas de bombardeo por los medios de comunicación y por las redes sociales ayer todo esto cambió de golpe y porrazo, al dar un giro hacia una nueva historia de los hechos y los personajes envueltos en la trama.

Y como parte de las novedades del informe concluyente del ministerio público y la Policía, ayer también salió a relucir que Gómez Vásquez, que en rasgos familiares es primo de Fernández, es un miembro del “Cartel del Golfo”, la organización criminal más antigua de México, y prófugo de la justicia de Estados Unidos.

El “objetivo” no era Ortiz sino su amigo Sixto Fernández, quien estaba a su lado la noche del 9 de este mes cuando se produjo el ataque en la discoteca Dial Bar, ubicada en la calle Presidente Vásquez del municipio Santo Domingo Este.

De este novelón algo ha quedado claro y son las malas compañías de David Ortiz, exponiéndose con personajes tenebrosos del bajo mundo de las drogas y posesión ilegal de armas.

  • Finalmente, queda en este informe la sensación de que las autoridades políticas, policiales y judiciales y algunos medios de prensa se esfuerzan en sacar a David Ortiz del centro del atentado, borrando las evidencias que potencian el móvil original de los supuestos asuntos de faldas y juegos, con lo cual se deja limpia aunque no intacta la imagen del destacado pelotero de grade liga.

CAPÍTULO 3.- La nueva versión «oficial» del atentado

Motivos

Bautista dijo que el problema de Gómez Vásquez con su primo Sixto David Fernández inició cuando fue apresado en el año 2011 por drogas y posesión ilegal de armas.

“En el momento del apresamiento de Víctor Hugo, Sixto recibe la informacion de que su primo está preso y se moviliza hacia la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), y cuando él se moviliza a la DNCD, se da cuenta que no está, pero cuando va saliendo, ahí mismo va entrando Víctor Hugo a la DNCD y éste lo observa, y asume de inmediato que él (su primo) es la persona que lo traiciona y lo delata, y por eso no le perdona el hecho de que lo delató”, expresó el director de la Policía Nacional. A pesar de que posteriormente el fiscal titular de Santo Domingo Este, Milcíades Guzmán, indicó que la enemistad entre primos se originó por un conficto de “vínculo comercial”.

Ya estando Gómez Vásquez en la cárcel La Victoria, en la celda “Alaska”, conoce a Alberto Miguel Rodríguez Mota y se relacionan desde ese mismo instante.

Reclutamiento

Ocho años después se pone en marcha el plan para acabar con la vida de Sixto Fernandez cuando Rodríguez Mota contacta a Carlos Rafael Álvarez, alias Carlos Nike, quien purga una codena de 20 años en la cárcel 15 de Azua. Este a su vez se comunica con José Eduardo Ciprián, apodado Chuky, quien también se encuentra en ese recinto por diversos delitos. A continuación, Chuky logra contactar vía telefónica con Oliver Mirabal y Gabriel Alexander Pérez Vizcaíno (Hueso), este último considerado por las autoridades como “sus ojos” en la calle en esta operación. Posteriormente Mirabal se encarga de buscar a Joel Rodríguez (Calamargo) y a Eddy Vladimir Féliz García El Nata); estos a su vez buscaron los servicios de Luis Alfredo Rivas Clase (El Cirujano) y Rolfi Ferreras Cruz (Rolfi).

Operativo

Ya estando el escuadrón completo para ejecutar la operación, Mirabal monta una vigilancia una semana antes del hecho a Sixto Fernández, por lo que se preparan para aquel domingo 9 de junio en el Dial Bar, lugar que era muy frecuentado por el supuesto “objetivo”.

Ese día, Mota Rodríguez llegó a la discoteca alrededor de las 5:45 de la tarde, cuando estaba prácticamente vacío, y se sentó a beber una cerveza en lo que esperaba la llegada de Sixto Fernández.

El “óbjetivo” entró al centro de diversión a las 6:58 de la noche y saludó a algunos de los que estaban allí. Luego, Mota Rodríguez se levanta de su asiento y le toma una fotografía a Sixto Fernández vestido con una camiseta negra con rayas amarillas y una hielera encima de una mesa que da la impresión de que son pantalones blancos, justamente como los que tenía Ortiz. Posteriormente, Mota Rodríguez vuelve a su lugar y se sienta, coge su celular y al parecer envía la fotografía a Chuky, quien está en la cárcel 15 de Azua y que a su vez se la envía a Hueso, que de inmediato se monta en el vehículo de Franklin Junior Merán (Rubirosa), su taxista de confianza.

A continuación, a las 7:27 de la noche, al Dial Bar llegaron Ortiz y López; mientras de forma paralela, las cámaras de video que presentaron las autoridades mostraron a la 7:40 a Rolfi, Calamargo, El Nata, El Cirujano y a Oliver en una estación de gasolina ubicada en la Prolongación 27 de Febrero.

Finalmente, los implicados se dirigen en dos vehículos y una motocicleta hacia Santo Domingo Este y se detienen nuevamente en otra estación de la avenida Venezuela, donde se reúnen con Hueso, quien fue trasladado por Rubirosa en un tercer automóvil.

A partir de ahí, no hubo vuelta atrás.

  • Lo que nadie termina de entender es cómo en un atentado tan relevante, fuere David Ortiz o Sixto Fernández, se utilizaron tantos delincuentes de  tan poca monta, cuando eso era un caso para un solo sicario del alto nivel «profesional».

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