¿Por qué las avionetas cargadas de drogas aterrizan en Yuma? Porque: “Nosotros no tenemos radares”

El ministro de Defensa teniente general Rubén Paulino Sem reveló que las Fuerzas Armadas no poseen radares y que se proveen de las informaciones que en ese sentido le suministra el Instituto de Aviación Civil sobre las alertas de posibles incursiones aéreas. Paulino Sem explicó que una vez recibida la alerta se activa la Defensa Aérea y con ella los Tucanos para darles seguimiento a los vuelos nocturnos de avionetas no identificadas.

Regularmente, los carteles escogen las llanuras de los cañaverales de San Rafael del Yuma en razón de que pueden improvisar con facilidad pistas de aterrizaje sin grandes riesgos y con muy poca inversión y facilidades de escape por varias rutas.

Comentarios de los buscadores de drogas, que duran hasta pasada la medianoche esperando escuchar el sonido y la dirección de las naves aéreas, para caerles detrás, indican que los miembros de los carteles que le esperan limpian de cualquier obstáculo en las «pitas», ya sean pequeñas piedras y turrones de tierra o el rellenado de cualquier vacío para que la avioneta no se accidente durante el aterrizaje.

Los expertos buscadores de pacas de cocaína en naves accidentadas dicen que cuando los aterrizajes son «normales» es cuando los destinatarios de las drogas dirigen la operación desde tierra y lo hacen instalando una extensión de bombillas que encienden con una pequeña planta portátil e iluminan el trazado de la pista, lo que les permite hacer la operación a penas unos minutos.

El ministro de Defensa teniente general Rubén Paulino Sem corrobora esta información cuando señala que para alistar los tucanos se lleva “cierto tiempo porque los pilotos tienen que prepararse”, y la última incursión de una avioneta en San Rafael del Yuma solo duró ocho minutos y luego desapareció del radar.

El militar dijo que la ubicación se hizo desde la isla Saona hasta Boca de Yuma y los Tucanos duraron hasta las 12 de la noche y tuvieron que retornar. Explicó que los radares de la Fuerza Aérea están en un proceso legal y por eso no se pueden usar.

Sostuvo que el espacio aéreo de la República Dominicana es tan vulnerable como el de todos los países.

Conocedores de las limitaciones de Fuerza Aérea, los traficantes se sienten seguros al realizar sus operaciones en los cañaverales del Central Romana, distantes de destacamentos policiales y de la armada dominicana.

Se dice en San Rafael del Yuma que la avioneta accidentada en enero era desarmable, lo que permitía quitar la alas y subirla a un camión cerrado y trasladarla a un lugar seguro.

Y en los casos en que les sale mal el aterrizaje, abortan y lanzan o dejan abandonada la carga y a veces el dinero que los «buscadores de drogas» aprovechan para hacer su agosto y como dice el poeta yumero «Carros motores y bicicletas al lugar llegó. / Como era de esperar
un artefacto perdido/ la policía pudo llegar. Tarde fué su asomo/ porque ya habichuelas /estaban aboná. / Aquellos que dormían / esa noche de coronación/ se levantaron echando maldición. / Como una bendición de Dios / Todo el que coronó llamó. / Con ilusión y desesperación /sea en enero o en febrero / muchos gritan: Que vuelva otra bendición!!!! .»

 

Finalmente, teniente general Rubén Paulino Sem subrayó que los radares que están en un proceso legal, fueron adquiridos en el 2011 y su adquisición se hizo de manera irregular, “porque el debido proceso de compras y contrataciones no se cumplió”.

Con respecto a la última avioneta que aterrizó en San Rafael del Yuma, la segunda desde enero de este año, el alto militar reiteró que no hay detenidos y que se mantiene una investigación abierta que la preside el presidente de la Dirección de Droga.

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