El Brexit, el fin de más de cuarenta años de unión matrimonial inglesa con Europa

POR FERNANDO FERNÁNDEZ DUVAL

Cuando ya tenía escrito mi artículo  sobre el Brexit para entregárselo a Denis Mota como todas las semanas para publicarlo en www.diariogente.com, me llegó el artículo sobre el Brexit de mi amigo Orlando Beltré, economista dominicano, residente en Barcelona hace muchos años. Le pedí permiso para publicarlo en lugar del mío, lo cual accedió con mucha amabilidad.

Seleccioné este artículo porque consideré que su trabajo, además de estar muy bien escrito, contextualiza y enfoca con mucha precisión la situación actual del Brexit.

¿Qué les pasa a los ingleses?
¡Han decidido irse, pero no acaban de encontrar la puerta de salida!

 

  • Por Orlando Beltré

 

Este sábado 30 de marzo los británicos debieron abandonar definitivamente la Unión Europea, poniéndole fin así a más de cuarenta años de unión matrimonial.

Habían dado el “si quiero” a esta alianza ventajosa el 1 de enero de 1973, cuando la antigua Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) decidió fundirse con la Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom) y la Comunidad Económica Europea (CEE/CE) para dar inicio a uno de los bloques políticos más grandes de la tierra.

Este proceso de integración, llevado a cabo bajo el influjo de las ideas progresistas de Robert Schuman y Winston Churchill, permitió la creación de un espacio jurídico, político y económico común único en el mundo, basado en el establecimiento de instituciones que garanticen la democracia, el Estado de derecho, los derechos humanos, el respecto a las minorías; y en la existencia de una economía de mercado que respete las reglas de la libre competencia.

PERO LLEGO CAMERUN AL REINO UNIDO, Y “TODO SE DERRUMBO”

  • La celebración de un referendo para decidir si Reino Unido debía continuar o no en la UE fue una de las promesas de campaña con las que el entonces primer ministro David Cameron logró la reelección en 2015. El conservador buscaba agenciarse el apoyo de los nacionalistas euro-escépticos y de la ultra-derecha británica. En la votación, que tuvo lugar el 23 de junio de 2016, un 48,1% de los británicos votó a favor de quedarse en el bloque, pero un 51,8% se pronunció a favor de romper el matrimonio.
  • Entre otras cosas, la pertenencia a la Unión Europea implica la aceptación de las llamadas «cuatro libertades fundamentales»: la libre circulación de trabajadores, mercancías, servicios y capitales. Y el principal argumento de la campaña a favor de la salida fue que con el Brexit los británicos iban a «recuperar el control» sobre sus propios asuntos, en particular sobre sus fronteras, lo que permitiría un mejor control de la migración.
  • Otra razón (aunque no siempre manifestada) era la “enorme carga económica” que suponía para Gran Bretaña la pertenencia a la unión, ya que se trata de una de las economías más aventajadas y tenía que apoyar a las “menos favorecidas”. Actualmente ese país adeuda a la unión, en concepto de membrecía, la friolera de 50,000 millones de dólares.

PERO EL QUE JUEGA CON FUEGO, TERMINA QUEMÁNDOSE

  • La decisión de salir de la Unión Europea causó un verdadero terremoto político en Reino Unido, forzando la renuncia del propio impulsor del proceso, el primer ministro conservador David Cameron.
  • El acuerdo para el Brexit establece que Reino Unido debe pagar a la Unión Europea para honrar los compromisos adquiridos como miembro del bloque unos 39.000 millones de libras (casi US$50.000 millones).
  • El punto más polémico, sin embargo, es el referente a las propuestas para resolver el conflicto soberanista que enfrenta a la República de Irlanda con Irlanda del Norte. La ausencia de barreras físicas entre Irlanda e Irlanda del Norte -una de las cuatro naciones que conforma Reino Unido- es una de las bases del acuerdo de paz que puso fin a años de violencia independentista. Pero si Reino Unido deja de pertenecer a la unión aduanera de la Unión Europea, como quiere la Primera Ministra actual Theresa May, esas barreras podrían tener que volver a levantarse. Con ese escollo en mente, el acuerdo de salida incluye una «salvaguarda» que establece que, mientras no se encuentren soluciones alternativas, Reino Unido se mantendría en una unión aduanera con la Unión Europea, con Irlanda del Norte obligada a alinearse con ciertas reglas del mercado común europeo. Pero esta disposición es inaceptable para los diputados del Partido Unionista Democrático, clave para el gobierno de May, así como para muchos parlamentarios conservadores.

Y DESPUES DE ESTE FOLLON, ¿QUÉ VIENE?

Faltando sólo 12 días para que expire este nuevo plazo para llegar a un acuerdo de ruptura mutuamente beneficiosa, el Reino Unido afronta el dilema de un Brexit salvaje o una prórroga larga. Mientras, empiezan a sonar con mayor fuerza las voces que propugnan por un nuevo referéndum para mantener la unión. Qué follón!

 

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